Escrito durante Octubre de 2016, editado durante Febrero de 2019
Al principio de la película no recordaba de quien se trataba, ahora me queda más que claro: es la vida de ese joven y promesa de la economía y ciencias sociales que se convirtió en el más grande de la fotografía latinoamericana y uno de los más grandes en su arte y oficio.
Él es Sebastião Salgado. Sus fotografías tan honestas como pueden ser con el autor. Con sus escenarios de claroscuro en desolación y esperanza; hacinamiento y alienación. Personajes que de forma explicita o implícita portan un saco de oro en una imagen tan bella como excelentemente ejecutada.
La vida de Salgado es envidiable, nacido en una familia hacendada de Brazil el 8 de Febrero de 1944 y con estudios en Europa contó con todos los recursos necesarios para empezar a viajar por el mundo con el mejor equipo y facilidades posibles pudo darle el push inicial a su carrera. Un push que a muchos cuesta una vida y se desvanece en un instante. Tantas facilidades me llevan a dudas tan validas como cualquier otra:
·¿Salgado hubiera tenido el éxito que tiene si hubiera nacido en una familia de clase media o baja?
·¿Sin recursos para viajar a rincones tan recónditos de Asia, Africa y America hubiera conseguido las escenas que le dieron tanto prestigio?
·¿Sin el estatus económico de su familia hubiera conseguido entrar con tanta fluidez al artworld?
¿El artista hubiera tenido el éxito que tiene si hubiera nacido en una familia pobre o de clase media?
Salgado aparte de ello contó en todo momento con su amada esposa, Lélia Wanick Salgado, la cual siempre ha sido su manager y después de convirtió en la editora de sus imágenes lo cual me lleva a aún más dudas…
¿Si Sebastião hubiera tenido que encargarse por sí solo de la labor de relaciones publicas, convocatorias, gestionar espacios de exposición y publicación, su producción hubiera sido igual de basta?
¿Cuál es la diferencia en la edición de Sebastião y Lélia?
Mi percepción de él como persona y autor es sin duda muy diferente a la que tengo de su obra. Sus fotografías son probablemente algunas de las más cuidadas y mejor tomadas de la historia y son sin dudas retratos y paisajes de gran belleza publicados en hermosos libros por las mejores editoriales y con una fama que roba nota a donde exhiba. El claroscuro entre la obra y su autor es un contraste tan grande como el hombre rico con un departamento en París y una inmensa hacienda en Brazil retratando niños mineros en el tercer mundo.